domingo, 29 de noviembre de 2009

Be introduced

Queridos todos los que estéis leyendo esto,


Deciros que si me encontráis por un openning cualquiera, me saludéis, que ilusión me hace ser saludada en una inauguración!! Claro, aún tengo muy presente cuando entraba con la cabecita escondida entre mis hombros, miraba la expo, ni me acercaba a la cerveza/vino, veía la expo rápido y me iba. Ahora me encanta no tener tiempo para ver la expo, solo me "relaciono", luego le doy vueltas a la expo, con alguien pero, en la charla, me pierdo la obra y siempre me toca volver otro día. Pero no me lo tomo como un sacrificio, sino como un premio. Ya no soy aprendiz de perdiz, como nos decíamos riendo hace apenas un par de años, ahora soy aprendiz de verdad.

Deciros también que si me podéis presentar a alguien, es igual, a vuestro novio/a a un amigo, un primo, un comisario, uno que pasaba por allí, uno del que no sepáis el nombre, es posible que me hagáis llorar de la ilusión... Esta es Patricia, de la galería, aix, qué bonito, ya no soy la niña de Ana! Que no importa serlo, pero el obtener un "yo", ha sido emocionante. Todavía recuerdo la primera vez que fui "yoizada", casi, cojo la cerveza en plan Oscar y le doy las gracias a Alcobendas, o a Ripollet, en su defecto.

Total, que me encanta ser presentada.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

No seguiría a tu dios ni en Twitter

Esta es la diferencia entre ellos y nosotras.
Que nosotras sabemos qué es Twitter. Y eso nos da una ventaja competititva.
Siempre he pensado que hay gente muy mayor con 20 años y gente muy joven con 80. Eso también nos da otra ventaja competitiva.
Yo comprendo la ironía de la frase. Tú, seguramente, la escribiste. Ellos ni se ríen. Eso nos da... ventaja competitiva.
Querida. Todo son ventajas.

Y ahora... Nena, baila un poco...

domingo, 15 de noviembre de 2009

Nos conocimos...

...on-line...

Así la conocí... Online, en un blog que estos días duda (o no) entre seguir (o no). Qué pena! Aunque me alegra que haya encontrado otras maneras de comunicación consigo mismo, con los demás. Seguro que el resultado de ese blog un día colgará en algún lugar donde todos podamos seguir admirando la obra. Por cierto, por si te sigues pasando por aquí, gracias por este descubrimiento, también.

Pues sí, así la conocí, en un blog. Como este. Y ahora, después de ir y venir, de venir e ir agropecuariamente, se me hace raro el día en que no sé de ella. Eso es amistad. Me parece, cuando intercambiamos opiniones o, simplemente nos dedicamos al cotilleo que al hablar con ella, estoy hablando conmigo misma, y no es que no me pase con las demás, no es que no tenga buenas amigas. Las tengo (pocas pero buenas), las tenía de antes, pero con ella comparto algo que con las demás no, con las demás comparto cosas que con ella no, pero eso que comparto con ella la hace única en su clase.

Además tiene esas "derias" tan mías que a veces la miro y me asusto de lo que me reconozco hasta en sus gestos... Aunque yo sea rubia y ella morena. Y empiezo a creer cada vez más en el destino que me pone gente buena, muy buena, en mi camino que me reta a ser mejor. Aprender de ella es un poema japonés. Sin sushi, con relojes de cuco e incluso a veces rodeada, también, de papel de burbujita.

Ahora está aquí, ojalá y sea para siempre, ojalá y esta ciudad le ofrezca lo que busca, ojalá y no la dejemos escapar, porque es de las buenas... De las que hará historia (del arte).

Sabes que te lo digo aquí porque sé que lo leerás, y sabes, que como tú, no soy buena en los discursos de aprecio facetoface. Dear, me encantas.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Burbujitas

Se me escapó la (son)risa.
No pude evitar, al verlo acercarse disimuladamente al enorme rollo de burbujitas y apretar sobre una, pensar en que yo de pequeña me proyectaba en un futuro rodeada de burbujitas... Sin saber que había una profesión donde eso era necesario.
(resulta que profesionamente se llama bullpack, menos romántico)

lunes, 9 de noviembre de 2009

Situaciones

Hoy que es lunes me he acordado de una canción. De una situación. De una situación difícil y confusa. Porque habían dos personas en dos momentos vitales distintos. Con necesidades distintas. Una situación que debió ser incómoda y donde el daño planeaba sobre nosotros pero que por una canción se hizo fácil, divertida y amable. En el fondo, aún el lío, la recuerdo con mucho cariño.
Situaciones de ese tipo he vivido mil. A veces he perdido, a veces he ganado, a veces hemos quedado en tablas. Y ahora lo recuerdo porque en esa escapada de ida y vuelta a Madrid en 24 h. me sinceré con una gran amiga sobre todos mis desamores y en especial sobre mi no desamor. Sobre el gran acierto. Sobre las miles canciones de ganar, perder y quedar en tablas... Pero, curiosamente, las que una guarda con mayor cariño son las de desilusión, por un lado o por el otro. Porque las grandes historias de amor son las abruptas. Las que no llegan al porche de la jubilación, no?
Por eso son esas, las que no se actualizan con el día a día, las que se paran y nunca más, las que se guardan entre las canciones que acumulo en mi ipod.