A unas cuantas horas de coger un avión que me lleve a Ginebra, y a otras cuantas horas de coger otro avión que me lleve desde Ginebra a NY empieza a agarrarme el pánico pre-viaje, me dejaré algo importante? el gato sobrevivirá con los cuidados del compi de Deivit? estará muy enfadado a la vuelta? habrá cola en la estatua de la libertad? mucha? qué es más importante ver el Whitney o el Met? qué musical veremos? estará bien el hotel? Una pregunta más recorriendo mi cabeza y exploto. (bum)
Así que para alejar estos pensamientos de mi cabeza, el viernes, decidí irme a la peluquería... A que mi corte de pelo fuera ideal para pasearme a lo Carrie Bradshaw por entre los rascacielos neoyorquinos. (ahora debería sonar una alarma, como esa de los concursos de la tele, cuando te equivocas en la respuesta) AAAHHNNN. Falso, la peluquería nunca te hace sentir mejor, sino peor, llegas, una chica te toca el pelo y te dice: "uuuuuf, mascarilla pondremos no?!". Y lo que haga falta! Que voy a ser Carrie Bradshaw por entre los rascacielos neoyorkinos. Y ella vuelve a la carga: "uuuufff, pero en casa no te pones no?!". Siiiiii, me pongo, esto cuando me acuerdo (1 vez al año o así). Total que acaba vendiéndome mascarilla, desrizador (y tu yo no tengo el pelo rizado) y serum. Salgo de la pelu y a la esteticiene, a que me deje ideal con un superdepilado de luz. Y se repite la cantinela: "uuuuuf, que tipo de hidratante usas?". Y yo qué sé, una, garnier, roja, creo. "uuuff, tu vas a necesitar una más fuerte". Y ya ni recuerdas quién es Carrie Bradshaw y ni porque una vez quisiste parecerte a ella. Y sales del cuartito de los dolores con tres tipos de cremas corporales (post depilación, hidratante y para cuando vuelvas de la playa) y un par de potingues para debilitar el bello... Y con esas guisas te vas a hacer la manicura, no hace falta que la tipa te diga nada, si ya sabes que no te pones la cremita de las uñas, y cuando te la pones no te masajeas, pero aún así te dejas poner el gel ese que en teoría no debe caerse hasta de aquí 15 días (esto fue el viernes, hoy domingo tengo 2 uñas sin el gel).
Sigo contando las horas para irme a NY. Hoy como con mi sobrino!
Así que para alejar estos pensamientos de mi cabeza, el viernes, decidí irme a la peluquería... A que mi corte de pelo fuera ideal para pasearme a lo Carrie Bradshaw por entre los rascacielos neoyorquinos. (ahora debería sonar una alarma, como esa de los concursos de la tele, cuando te equivocas en la respuesta) AAAHHNNN. Falso, la peluquería nunca te hace sentir mejor, sino peor, llegas, una chica te toca el pelo y te dice: "uuuuuf, mascarilla pondremos no?!". Y lo que haga falta! Que voy a ser Carrie Bradshaw por entre los rascacielos neoyorkinos. Y ella vuelve a la carga: "uuuufff, pero en casa no te pones no?!". Siiiiii, me pongo, esto cuando me acuerdo (1 vez al año o así). Total que acaba vendiéndome mascarilla, desrizador (y tu yo no tengo el pelo rizado) y serum. Salgo de la pelu y a la esteticiene, a que me deje ideal con un superdepilado de luz. Y se repite la cantinela: "uuuuuf, que tipo de hidratante usas?". Y yo qué sé, una, garnier, roja, creo. "uuuff, tu vas a necesitar una más fuerte". Y ya ni recuerdas quién es Carrie Bradshaw y ni porque una vez quisiste parecerte a ella. Y sales del cuartito de los dolores con tres tipos de cremas corporales (post depilación, hidratante y para cuando vuelvas de la playa) y un par de potingues para debilitar el bello... Y con esas guisas te vas a hacer la manicura, no hace falta que la tipa te diga nada, si ya sabes que no te pones la cremita de las uñas, y cuando te la pones no te masajeas, pero aún así te dejas poner el gel ese que en teoría no debe caerse hasta de aquí 15 días (esto fue el viernes, hoy domingo tengo 2 uñas sin el gel).
Sigo contando las horas para irme a NY. Hoy como con mi sobrino!
