lunes, 15 de septiembre de 2008

Aprendiz de galerista vol IV. Los galeristas.

Los hay directores o propietarios. Los hay directores que ejercen de propietarios y el resto lo hacen los asistentes. Hay propietarios que son directores. E incluso se han dado caso de propietarios-directores (va, esto es ironía... la mayoría son propietario-directores-asistententes-embaladores-recepcionistas-comerciales-etc-etc).
Los hay con más historia, los hay nuevos. Todos son jóvenes (según AD sí, había galeristas de más de 50 en un reportaje de "Jóvenes galeristas"). Los hay con clase, los hay sin ella. Los hay con gusto, los hay sin gusto. Los hay de Barcelona, de Madrid, de Albarracín, de Valencia y de Almagro entre otros muchos lugares. Los de NY son lo más (menos una que yo me sé... que tiene gusto, los mejores artistas, exposiciones de lujo, muy buenas críticas y además éxito y luego es una petarda que te pone la zancadilla cada vez que puede... Como si una galería pequeña, casi de provincias, pudiera ni tan solo hacerle cosquillas.)
Los hay encantadores, los hay simpáticos, los hay profesionales, los hay estupendos, los hay agradables, los hay que enamoran, los hay que me hacen llorar, los hay que me gritan sin razón y los hay buena gente. Los hay con el pelo azul, con las uñas largas, los hay que no tienen ni ida de cómo funciona una Black&Decker (herramienta básica para una galería... En historia del arte debía haber una asignatura en la que se explicara el funcionamiento del taladro, el nivel, el nivel láser, y las burbujitas). Los hay que viven el arte desde el cerebro, los hay intuitivos.
Los hay divos (como en todos lados), los hay dispuestos a ayudar.
La verdad es que la mejor gente que he conocido en los últimos tiempos se dedica a esto de la galería... Tan mal no estará.

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