lunes, 14 de julio de 2008

Little Carrie

Repaso del armario.
Pruebas 3 vestidos. No te convence ninguno. Pruebas diversas faldas, un par de pantalones y miles de camisetas.
Te quedas el primer vestido. Zapatos de tacón eterno. Infinito.
Te rizas el pelo, un poco de espuma, un eye liner, rímel, un rojo pasión a los labios. Todo al minibolso.
Última ojeada antes de salir... Deberías haberte quedado el segundo vestido pero ahora llegas oficialmente 5 minutos tarde (más todo lo que quede hasta el punto acordado).
Corres hasta el metro, girando la cabeza por si antes ves un taxi... Justo en la boca del metro ves uno... Dudas, el metro llega antes fijo (bajas y está estropeado, tardará 10 minutos en venir...)
Al centro!
Subes las escaleras y te encuentras a la típica multitud del Zurich, todos buscándose unos a otros en una noche de inicio de verano. Cálida y un poco sofocante. Giras la cabeza hacia todos lados. Ya se habrán ido... Llegas 20 minutos tarde. Mierda! Eres un desastre. Piensas que tal vez te esperan en el Boadas, como siempre. Miras el móvil y ni rastro de ellas. Levantas la vista. Un taxi parado del que ves bajar a una, sientes un toque en el hombro... La otra que justo sale del metro. Llevo una eternidad esperando! Mentirosa, te vi llegar hace 30 segundos. Lo que decía, una eternidad. Menos mal que todas jugamos a los 20 minutos tarde. Menos mal que tenemos un reloj biológico. Me llevo a mis chicas a por unos mojitos.
Cómo echo de menos esos ratos. Contamos los días para que vuelvas pequeña Carrie... No te preocupes, el sol bajo nuestra sombrilla será más complaciente!

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