miércoles, 14 de mayo de 2008

Descubrir (América)

A veces descubres algo en la persona más cercana a ti. Algo que te hace reír, o pensar o sorprenderte. No hace mucho me pasó con mi pequeña. No me había dado cuenta de que ya no es tan pequeña hasta que la vi en un vestido precioso, más a lo Carrie que nadie. Zapatos tremendos en Chueca. Como nos crecen! Desprende, y sé que la palabra no existe, maravillosidad. La he visto crecer en lo físico (centímetro a centímetro), al principio la quería tirar escaleras abajo pero el día que se cayó (no tuve nada que ver) estuve llorando toda la noche. De repente es como si volviera a saber (más o menos) quién es. Y se me cae la baba.
También me pasó no hace demasiado con otra de mis pequeñas (no tan pequeñas). En la mesa de mi cumpleaños, fue un giro de cabeza, pero la vi y ya era mayor. Responsable, promesa de lo que ella quiera, con un porte tan elegante y a la vez tan sencillo que me hizo sentir orgullosa de poder decir que no soy su hermana, pero no me hace falta.
De otro lado estaba estirada en la cama y una caricia en la frente y me hizo pensar que esas manos han madurado. Son dulces y tiernas, pero a la vez fuertes y valientes. Con más para dar que para recibir, como siempre pero multiplicado por diez.
Como no, todas vosotras, que estáis conmigo a cada pasito. Todas. Con vosotras soy menos consciente del paso del tiempo porque vuestro tiempo es a la vez el mío... Y es por eso que no puedo reconocer el qué. Debe ser que me hago mayor.

1 comentario:

Alexandra González dijo...

Escribes tan bien... que enamoras... lástima que lo nuestro no pueda ser correpondido... y hayamos sido corrompidas por el mundo informático.

en fin,
siempre me quedará la gestión cultural como aliado a mi amor platónico por ti :**

ayer fue un día muy intenso... intesísimo... mañana te cuento detalles de pequeñas puertas que se abren... y hacen dudar :$

un besito Brunita.