martes, 9 de diciembre de 2008

Aprendiz de galerista. Vol IV. La expo

La exposición es aquello que articula mi vida.

Tengo unas 5/6 al año, sin contar ferias y días de guardar. 5 press release, 5 inauguraciones, 5 estoesimposiblequesalgabien, 5(mil) noches sin dormir, 5 horas persiguiendo al transportista, al montador, al artista, al perro del montador, al hijo del coleccionista, al sobrino de uno que pasaba por aquí. Y todo para que el último día de la expo me siente y piense: ha valido la pena porque el artista está contento, la prensa está contenta y los collectors también. Todos felices!

Hoy estoy en un momento muy diferente, hasta el 24 no acabo con Sabine Dehnel (que gran expo!!, ya sé que es feo que lo diga yo, pero realmente pocos juegan con tantos registros en imágenes tan planeras a priori). Hoy estoy en el momento "me ha llegado el texto". La siguiente expo es comisariada (este hecho se merecería un capítulo aparte). Me ha llegado un texto que me ha hecho temblar (físicamente) y no es porque (Sandranopiensensmal) el comisario me guste un montón, porque tener el placer de trabajar por segunda vez con él es más gracia de la que hasta ahora me había encontrado en el camino, sino porque es de esos textos que te hacen temblar, valga la redundancia y el poco "añadir" contenido a la primera parte de la frase. Y yo fardando esta mañana de que sé redactar... Cuánto nos queda pequeña!

Ya haré mención más adelante, pero realmente la expo que viene en la gale es alucinante... Solo puedo decir: Michael Landy, Benjamin Cottam y las hermanas Müller.
Me quedan aún cinco millones de noche sin dormir antes de que eso pase.

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