martes, 10 de junio de 2008

Perder el norte.

Por qué decidí acabar aquella carrera que debía ser transicional? Por qué necesité matricularme en aquel master? Por qué me sabía de memoria toda la programación de expos en BCN y conocía al dedillo las mejores? Por qué me ponía a temblar frente a una obra? Por qué estaba al día de los artistas jóvenes (menos de 30!)?...

Porque era algo que no podía elegir. Porque era necesario. Porque prefería ocupar el poco tiempo libre que me quedaban entre la uni y los 20mil trabajos mal pagados y poco prometedores en recorrerme BCN de punta a punta en busca de una obra interesante. Porque era adicta a aquella sensación.

Hoy creo que he perdido el norte. Elegí esto no por glamour que parece darte, no por la posición ante el resto. Hoy sé que he perdido el norte cuando veo que hay gente que se apasiona con los nuevos. Hoy sé que he perdido el norte cuando prefiero ratearle al tiempo libre media hora para hacer shopping en vez de irme a ver qué hay en el CCCB (y eso que hace casi un año que no voy...). Definitivametne he perdido el norte.

2 comentarios:

Andrés Rodríguez Morado dijo...

ánimo

Tris dijo...

Lo bueno de perder el norte, es que lo sabes perdido... Y te pones rápidamente a buscarlo...