lunes, 3 de noviembre de 2008

El Bronx del Vallés. I was born in Ripollet (III)

Añado más porque me parece injusto, como muy bien dice Aleix, el ripolletenc més famós del moment per col.laborar amb el Jueves (aleixsalo.blogspot.com), siempre salimos mal parados... y en el fondo Ripollet desde dentro es de los lugares más apacibles para vivir, al menos una niñez!

Quién no ha recorrido ese largo, cada año más largo, paseo hasta la feria a finales de agosto? Para montarse en el pulpo o el toro... O, cuando la edad teen llama a tu puerta, bajar al concierto donde inevitablemente te mojarás porque... cerca del poli no hay nada y en Ripollet por fiestas, siempre llueve! Os acordáis de aquel año bajo la lluvia cerca del San Juan? Con aquellos niños taaaaan guapos, extrañamente yo recuerdo que nos picaban l'ullet, pero creo que eso ha sido mi memoria que lo ha anexado.

O aquellos no menos largos paseos al Mundo Caníbal, la única vez que me preguntaron mi edad fue el día que cumplí 18... Es que mira que el ciego quedaba lejos del Caníbal!! Pero aquellos calimochos (sí, todos tenemos un pasado, y yo parezco tener más pasado que nadie) pre-preparados en las botellas de cocacola... siempre innovabamos el lugar para beberlo, el parque de los pijos, la plaza (actual Mercadona), la zona nueva (actualmente casi el centro!!), la biblioteca, os acordáis de aquella turca en la biblio? Qué risa! Luego nos daba miedo pasar el puente de vuelta (siempre de vuelta, de ida nunca) porque contaban que había un fantasma que se aparecía a los drogadictos ?¿!?¿ para matarlos allí mismo, o porque Fernandito a veces se escapaba por las noches... Tiempo después supimos que aquel pobre chico llevaba años muerto, atropellado por lo visto.

O los paseos al bosque, mundialmente conocido como los Pinos o los Militares, depende de dónde fueras, o al poli... pasando por los huertos. Qué frío dios! Pero eso nos daba igual porque íbamos a entrenar... Tenis! Jugábamos a tenis, y apareció aquel chico que me parecían tan interesante amigo de mi primo (como todos, eso no explica demasiado de él) pero que era de Sevilla o Móstoles o algún lugar lejano. Las historias con mi primo... O aquel Halloween que pasamos en casa de alguien, y que a la Pili y a mi se nos fue la mano con la broma y acabamos asustadas nosotras!

Ese estupendo cementerio que se ha integrado tan bien en el parque que mucha gente ni sabe que existe, eso antes eran las a fueras... La de risas que nos hemos echado en aquel parque de abajo del cementerio cerca del Drac Llaminer, la esquina de casa de la Laura, el quiosco del parque rizal que un día desapareció, la de veces que habré hecho el camino Calvario-Rambla, Rambla-Calvario para ir a ver a mi abuela, cuando jugaba en el parque con mi maquinita nueva de cobrar y hacía que mi abuelo era mi sempieterno cliente, o cuando construían el Casal d'Avis, el camino hasta el cole recorriendo toda la calle y a veces a la vuelta nos quedábamos en la biblioteca de la Caixa Sabadell en aquel parque interior al lado de una pastelería de la que me muero por recordar el nombre pero ahora no me sale... Qué bonita calle por cierto!

La ruta hasta el cine los domingos por la mañana, lloviera o hiciera sol, atravesando el puente de la discordia.

El V20, el autobús hasta BCN que, hasta que se convirtió en Express me hacía tardar una hora y cuarto para llegar a Fabra y Puig sino había caravana, si la había, no teníamos hora de llegada. Los domingos solo pasaba uno cada hora. Pero peor era y sigue siendo el B2 que hacía el camino a Sabadell (y yo tuve que picarli l'ullet a un sabadellenc!) que tardaba una hora y cuarenta y cinco minutos!!!!!! en hacer un trayecto que en coche hago en quince! Prefería andar hasta RENFE, pero si llovía no era práctico!

El caballo, la A de los supersónicos, Maria Torras, los pisos con piscina, la rambla de las vinyes... Esas calles que cualquier ripolletense de a pie desconoce porque pertenecen a la parte nueva y aún en semi-construcción, pero que recorrimos mil veces, como la rambla de la... (vale, no lo voy a decir aquí, pero vosotros sabéis) donde todo lo que sube baja... Si me dieran un céntimo por cada vez que la he hecho... Me pagaba el piso! Ah! Y la plaza, la Luisa de los pollos! El kiosco, las pastas, las olivas... La Pepi del pescado, qué se ha hecho de esta gente? Y el Teatre Auditori!? Cuándo me convertí en Odila... Una diosa inventada por Esteban, profe de literatura, para presentar un St Jordi en el insti... Jo, qué tardes!

Me entristece que siempre se relacione Ripollet con algo trágico o delictivo, o ambas cosas... También pasan cosas buenas!! Y espero que desde aquí con esta breve pero sentida aportación sea capaz de dar otro enfoque al pueblo donde nací.

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